Mejorar el bienestar y la producción porcina
con manejo y nutrición
El verano ha comenzado y las consecuencias del calor en la salud, la productividad y la reproducción de los cerdos se convierten en una preocupación importante para los productores. Con el aumento de las temperaturas en todo el mundo, no espere hasta que el termómetro marque 30°C para hacer cambios. El estrés por calor puede ocurrir a temperaturas tan bajas como 23°C si la humedad supera el 75%. Encontrar formas de ayudar a los cerdos a mantenerse frescos y saludables es más importante que nunca.
¿Cómo afecta el estrés térmico a sus cerdos?
En los días calurosos, los animales tienden a comer menos, beber más y reducir su actividad física. Una nutrición inadecuada debilita el sistema inmunológico, haciendo que los cerdos sean más vulnerables a infecciones y enfermedades. Además, cuando los cerdos se exponen a altas temperaturas, su tasa metabólica aumenta. Para disipar el calor, el cuerpo desvía la energía del crecimiento, lo que reduce el aumento de peso y prolonga el tiempo hasta la comercialización.
El estrés por calor también puede afectar significativamente el rendimiento reproductivo, ya que puede interrumpir los ciclos estrales normales de las cerdas, provocando irregularidades en la detección del celo y en las tasas de concepción. Los verracos sometidos a estrés por calor pueden experimentar una reducción de la libido y una disminución en la calidad del semen, lo que complica aún más los programas de cría y puede afectar el progreso genético del rebaño.
El mantenimiento preventivo es fundamental
Para una operación eficiente de la granja, es esencial verificar regularmente los sistemas de ventilación, refrigeración y suministro de agua. El polvo acumulado puede reducir significativamente la eficiencia de la circulación de aire, aumentando el consumo de energía en más del 30%. Los aspersores defectuosos pueden disminuir la capacidad de controlar la temperatura en el galpón, y las líneas de agua sin limpiar, con biopelícula o depósitos minerales, representan un riesgo para la salud del animal. Además, reducir la densidad de población es otra forma de promover un entorno más saludable en el establo, lo que podría mejorar el bienestar general de los animales.
Los suplementos líquidos al rescate
Una de las mejores maneras de ayudar a sus animales a enfrentar el calor es añadiendo aditivos especiales a su alimento, que pueden incluir nutrientes tanto en formato líquido como en polvo.
Para compensar la menor ingesta de alimento, las mezclas líquidas de vitaminas pueden mejorar su salud y, por lo tanto, mantener su rendimiento a pesar de las altas temperaturas. Son muchas las ventajas de adoptar la suplementación nutricional a través del agua potable durante las etapas críticas de la vida de los animales. Los suplementos líquidos permiten un control preciso de la dosis y una distribución uniforme entre los animales. Son fáciles de usar, minimizan el desperdicio y optimizan la ingesta nutricional. También se pueden ajustar rápidamente en la dieta de los animales en función de sus necesidades nutricionales cambiantes.
El papel de las enzimas
Otra excelente estrategia es utilizar enzimas de forma individual o combinada para aprovechar su efecto sinérgico en la salud y la producción porcina. Aquí encontrarás el modo de acción de las tres enzimas más utilizadas:
- La xilanasa descompone los carbohidratos complejos presentes en las paredes celulares de las plantas en azúcares más pequeños. Esto aumenta la digestibilidad de los ingredientes de origen vegetal como el trigo, la cebada y el maíz, comúnmente utilizados en las dietas de los cerdos, proporcionando al animal más energía disponible.
- La beta-mananasa complementa la acción de la xilanasa al mejorar la utilización de energía de ingredientes de piensos como la soya y la torta de palmiste. La combinación de beta-mananasa y xilanasa ayuda a compensar la reducción de ingesta de energía que se observa típicamente durante el estrés por calor.
- La proteasa hidroliza las proteínas en péptidos y aminoácidos más pequeños, mejorando así la utilización de proteínas de ingredientes como la torta de soya que puede contener factores antinutricionales que dificultan la digestión de las proteínas. Esto permite reducir los niveles de proteína bruta en los alimentos, ayudando a los animales a disminuir la producción de calor asociada a la digestión de las proteínas. Desde un punto de vista económico, permite reducir el contenido de proteínas en los piensos, lo que disminuye los costos generales. Desde el punto de vista de la salud y el rendimiento, promueve el crecimiento y la salud intestinal al reducir las proteínas no digeridas, que de otro modo podrían alimentar a las bacterias dañinas.
Conclusión
En resumen, la gestión eficaz del estrés térmico en las granjas porcinas requiere un enfoque estratégico de la alimentación, asegurando que los animales reciban los nutrientes esenciales en una forma que facilite su absorción óptima. Al abordar los desafíos de la reducción de la ingesta de alimento durante las olas de calor con suplementos líquidos y enzimas, los productores pueden apoyar la salud general y el rendimiento de sus animales. Esta estrategia sinérgica permite a los productores y a sus animales lograr más con menos
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