En Jefo, los negocios se basan en relaciones sólidas: "En esta industria, la proximidad es fundamental"
Antes de que el sol salga sobre la campiña de Quebec, Jean Fontaine probablemente ya ha estado inmerso en sus actividades comerciales durante varias horas. Se despierta los días laborables a las 3:45 a.m.
«Empiezo en Australia, continúo con Asia y luego el Medio Oriente,» dice el Sr. Fontaine, quien tiene en su oficina una pared de relojes que muestran los diferentes husos horarios. «A las ocho de la mañana, ya he hablado con muchos de mis mercados».
El Sr. Fontaine es el fundador y presidente de Jefo, una empresa de nutrición animal con sede en Saint-Hyacinthe, Quebec, una ciudad a 60 kilómetros al este de Montreal. Fundada en 1982, Jefo ha crecido, hoy emplea 450 personas y tiene un alcance mundial. «Hemos facturado a 87 países… hasta ahora», dice.
La tecnología insignia de la empresa, «Jefo Matrix», permite a los productores suministrar nutrientes específicos a sus animales, con tiempos de absorción y liberación adaptados a las necesidades del sistema digestivo particular de cada especie.
A pesar del fuerte énfasis en la ciencia que hay detrás de todo, el Sr. Fontaine cree que su negocio se fundamenta en relaciones sólidas. Por eso, pasa sus días en constante conversación: charlando con los empleados mientras toma un café, almorzando con otros miembros de su equipo para ponerse al día, y atendiendo más llamadas de clientes hasta el final de la jornada laboral.
Jean Fontaine se reúne con los coordinadores de servicio al cliente Mickel Richer (en el centro) y Giovanni Tavormina (a la derecha) en la sede de Jefo en Saint-Hyacinthe, Quebec.
«Me encanta estar con la gente, soy conocido por eso,» dice Fontaine, quien vive a solo 750 metros de la sede corporativa de Jefo.
Esa interacción constante es también una parte fundamental del modelo de negocio de Jefo, que se basa en pedidos recurrentes, a menudo mensuales, de los productores que necesitan alimentar a sus animales.
«Construimos relaciones a lo largo de 30 o 40 años», dice el Sr. Fontaine. «Eso es lo que más me gusta, porque en esta industria, la proximidad es clave.» «Cuando estás con la gente, recibes información, a veces más de la que esperabas.»
Combina ese toque humano con lo que él llama la «obsesión» necesaria para triunfar como emprendedor. En el caso del Sr. Fontaine, su obsesión actual es la ciencia del microbioma y la tecnología que Jefo ha desarrollado para modular la microflora en el intestino de los animales.
Frente al Jefo Campus, un camión de transporte es cargado con productos que serán entregados en toda la provincia.
«Mi objetivo es ser reconocido como uno de los mayores influenciadores en el control del microbioma,» dice. «Es un mundo invisible que causa muchos problemas y algunos beneficios, y debemos equilibrarlo adecuadamente. Es muy divertido».
Jefo ha sido reconocida como una de las empresas mejor administradas de Canadá en 2024, un premio que destaca la excelencia en las empresas privadas de propiedad canadiense. La empresa ha recibido este honor muchas veces a lo largo de los años, lo que habla de la excelente reputación de Jefo con sus proveedores, clientes y personal. Parte integral de este éxito, agrega el Sr. Fontaine, es la relación de larga data de la compañía con CIBC.
«Han sido nuestro banco principal durante 41 años», dice. «La proximidad de los gerentes de cuentas y el propio presidente del banco, el Sr. Victor Dodig, han fortalecido nuestra relación durante todos estos años».
Esos sentimientos positivos son mutuos. «En Jefo, los talentos, las ideas y los esfuerzos convergen hacia un objetivo común. Son un equipo magnífico con el que siempre es un placer trabajar,» dice Melanie Lachance, consejera en CIBC. «El éxito de la empresa es el resultado de un estilo de gestión audaz e innovador que fomenta la creatividad y la adaptabilidad.»
Como hijo de un productor lechero, el Sr. Fontaine experimentó de primera mano las dificultades financieras que pueden enfrentar los productores. Dice que la pobreza que su familia enfrentó lo motivó a iniciar su empresa a la edad de solo 25 años. «Quería crear riqueza para mi generación y para las siguientes», dice.
En el almacén, el operador de montacargas Robin Marcoux traslada sacos de productos de nutrición para animales.
Ahora, esa próxima generación. De los siete hijos del Sr. Fontaine, tres participan en el negocio: Jean-François y Emilie ocupan cargos como vicepresidentes, mientras que Anthony está a cargo del servicio al cliente.
Jean-François Fontaine, vicepresidente del Grupo Jefo, se pone al día con el papeleo, mientras disfruta de la vista del viñedo familiar a través la ventana.
La naturaleza global de dirigir una empresa hizo que fuera natural que sus hijos vinieran a trabajar con él, dice el Sr. Fontaine. Aunque a veces puede ser un desafío debido a las dinámicas interpersonales, también es gratificante tener a la familia en su equipo.
«Es un equilibrio, sin duda, y solo tenemos que ser cuidadosos con la forma en que lo manejamos,» dice.
A pesar de llevar más de 40 años al frente de Jefo, uno tiene la sensación de que el Sr. Fontaine está apenas comenzando. La compañía acaba de construir una nueva planta de 60 millones de dólares, lo que demuestra la convicción del Sr. Fontaine en el carácter innovador de este trabajo.
«Me encantan los desafíos, me encanta superar las expectativas», dice. «Como presidente, tengo que anticipar cuál será la próxima era, y es divertido poder hacerlo».
Photos credit : Roger Lemoyne
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